18.4.08

DIÀLEGS DE CORTESANS. Estudis especialitzats


MARQUÈS. ¿Don José Cifuentes y Heredia de Salazar?

PEP. Un sarvidort.

MARQUÈS. Le llamaba para anunciarle...

PEP. ¿Que ya me lo han consadido?

MARQUÈS. ¿El qué?

PEP. ¿Con quién habblo, pues?

MARQUÈS. ¿Todavía no me reconoces?

PEP. Ah, el sañor marqués. No me las gaste, estas bromas, hombre, que yo ya tanía cuello abajo lo del premio de la Falisa.

MARQUÈS. ¿Quién dices?

PEP. La Fadarasión Aspañola de Lisansiados Institusionales y Salidos de la Administrasión, de la que formo parte.

MARQUÈS. ¿Tú eres licenciado?

PEP. Hombre, cuando pardí las alacsiones bien que me lisansiaron de arcalde.

MARQUÈS. Ah, claro, llevas razón.

PEP. Antonses me afilié a la Falisa, que es una antidat fundada por unos cuantos cargos del Pasoe cuando asclató aquello de Filesa.

MARQUÈS. ¿Y a qué se dedica?

PEP. Básicamente a protagert a los que nos cadamos sin trabajo. Pero también organisa actos culturales. Hase medio año convocó los Primeros Juegos Florales para los asosiados, y como que a mí me rondaba por la cabesa ascribirt una poasía satírica sobre el gobierno consarvador de nuestro puebblo, concursé con unos versos firmados bajo mi saudónimo de José Sifuentes. Y ahora, cuando ustet me habblaba con tanta prasopopeya, me pansaba que era para comunicarme que me habían daclarado ganadort.

MARQUÈS. Pues ya ves que de momento no.

PEP. Es que el primer premio astá dotado con mil sincosientos euros, que siempre hasen de buen ganart.

MARQUÈS. Yo más bien te llamaba porque para emitir un informe positivo sobre mi tercer plan urbanístico me exigís la presentación de los comprobantes del pago de las dos últimas anualidades de los tributos municipales, que precisamente ya adjunté entre los documentos de mi solicitud. Tienes que tenerlos tú por ahí.

PEP. Sé que su aspadiente lo coloqué en una carpeta vatónica, pero como que esto es can Garlanda me va a costar ancontrarla.

MARQUÈS. ¿La pusiste en una qué?

PEP. En una carpeta vatónica. Son aquellas que, cuando se les rompe la goma, la sacrataria las rasicla ligándolas con una veta. Como que aquí han radusido gastos y la ajeta ya no raja como antes, tanemos de rasiclart el matarial.

MARQUÈS. Bueno, pero te pondrás a buscarla.

PEP. Sí, pero de aquí a una sammana: entre las clases de matamáticas y las de la Nita astoy muy atrafagado.

MARQUÈS. Me cuentas de unas personas como si yo tuviera que conocerlas.

PEP. No, si la Nita es una asignatura. Cuando antré aquí como asasort nos antragaron un cuastionario con una ochantena de cosas y taníamos de asañalar las dies que nos daban más rapalús. Yo marqué nadar dabajo del agua, los caracoles a la patarrallada, el huevo como baila, Don Juan Tanorio, el jápening y cuatro o sinco más. Y como que también marqué el latín entre mis fobias, me aplicaron la Nita a esta materia.

MARQUÈS. Es que no sé de qué me hablas.

PEP. La Nita es la siggla de “Nonvis Ius? Tres Amphoras!”, que disen que significa “¿No quieres caldo? ¡Tres tasas!”. Es a dasirt, que como que yo tengo bola al latín, me lo hasen astudiart a fondo.

MARQUÈS. ¿Y vas progresando?

PEP. Ya ascribo frases anteras. Ahora que pasamos a la tarsera daclinasión hago ajarsisios como tradusirt el dinero del ladrón: eseris furfuris; la fuersa de la costumbre: visviris mosmoris; la ascarcha de la flort: rosroris flosfloris; la narís del ratolín macho de payés: narisnaris musmuris masmaris rusruris, y cosas por el astilo.

MARQUÈS. ¡Caramba! Veo que te defiendes.

PEP. Vamos a marchas forsadas, porque el año que viene ya nos toca astudiar dos obras de Sisarón: el Sueño de Asipión y el discurso contra Catalina.

MARQUÈS. Vaya, que por lo que veo estás entretenido.

PEP. Oh, y si la cosa se cadara en esto saría gloria.

MARQUÈS. ¿Aún hay más?

PEP. ¿Sabe que ahora astán con la polémica de la dasviasión del agua del Ebro a Barsalona?

MARQUÈS. Sí.

PEP. Pues me harán calculart a mí el caudal en hactómatros cúbicos y los séntimos que nos costará la broma.

MARQUÈS. Cuánta responsabilidad, ¿no?

PEP. Lo malo es que yo no sabía nada de potensias, oparasiones asponansiales, raíses y cosas de éstas. Yo, en el maso de Ansisa, las únicas raíses que conosía eran las radondas, como la ragalesia mismo. Cuando ya había dajado de irt a astudio, un día me habblaron de raíses cuadradas, y a mí todo aquello ya no me cuadraba, valga la paradójica radondansia. Y ahora, para acabarlo de radondeart, rasulta que también hay de cúbicas. No sé si es por el cambio climático o qué, pero todo se ha trasbalsado. Total, que ya me tiene astudiando de númaros como un dasasparado.

MARQUÈS. Estudia con denuedo ahora que eres joven, porque más adelante va a serte de gran utilidad.

PEP. Sí, mire, a la vajés siruelas, que disen.

MARQUÈS. Bueno, localízame esos documentos y los pasas sin dilación a la persona que me los ha reclamado.


PEP. Así se hará, no padesca. Tanto gusto, sañor marqués.


14.4.08

DIÀLEGS DE CORTESANS. Classes magistrals


MARQUÈS. Hola, José. Te llamé el pasado viernes y no estabas.

PEP. Dabía sert a clase.

MARQUÈS. ¿Dónde dices?

PEP. A clase. Como que en mi cargo de asasort immobiliario me hago un poco de ambolico con el sistema métrico dasimal, me han hecho cursart un máster de clarasía y un otro de jugglaría.

MARQUÈS. No entiendo nada.

PEP. Es que allí se astudía métrica. Si prasisamente esta asignatura me lleva por la calle de la amargura. ¿Ustet sabe lo que es apranderse de corasón todo esto del pirriquispondio y el prosalausmático?

MARQUÈS. Es la primera vez que oigo semejantes términos. Oye, me da la impresión de que te has metido en camisa de once varas, con estos estudios.

PEP. No me cadaba otra altarnativa. Cuando plagué de arcalde, a la Janaralidat me ofrasieron el cargo de adjunto sagundo a la subsagrataría de medio ambiente, pero yo les raspondí que o todo o nada. No lo antiendo, este visio que tienen de partir las cosas. Es como si te diesen la rasponsabilitat del área de Comersio y la de Babersio la adjudicasen a un otro.

MARQUÈS. ¿Y cómo te va?

PEP. Pues nos hasen ampollart un futral de cosas. Oh, y los daberes no son ninguna broma.

MARQUÈS. ¿También os ponen deberes?

PEP. ¡Hombre, como los buenos! El último que hemos hecho era de composisión. Taníamos de ascribirt un génaro de poasía que se dise anigma y haserla mano a mano entre dos, a verso por barba y por día. Uno deja irt una pista y el otro va astirando el hilo hasta que lo andavine.

MARQUÈS. Una especie de acertijo, vaya.

PEP. Ecolicuá. Yo ascogí de compañero el camarero del bart a donde voy a almorsart, que también sigue estos astudios porque quiere antrar de funsionario.

MARQUÈS. Ah, muy bien, muy bien.

PEP. Era una aspesia de reáliti chou, porque figuraba que el camarero pragunta al cliente, que soy yo: “¿Qué le apatese al muchacho?” Yo raspondí con una vagadat, para no darle pasasito: “Un cacho.” Antonses él volvió a la
carga: “¿Ancho, el cacho, o bien astrecho?” Ya me había atrapado, porque rasulta que aquello es astrecho pero no podía rasponder con esta palabra por la sansilla rasón que, como dise la reggla númaro sinco, todo término rima por dafinisión consigo mismo, y por tanto es inadmisibble rapatirlo. Tuve de racurrirt a un dicsionario de la rima, y al último ancontré la palabra adacuada: “Arrecho”, que significa tieso. Él que sí que, ni corto ni parasoso, pasa al contraataque: “¿Larguirucho como un nicho?” Me lo puso en bandeja, porque mi raspuesta era fásil: “Lo dicho.” Y él dale otra ves: “¿Crudo, este cacho, o bien cocho?” ¡Damonio de hombre! Yo no tanía ideya de lo que caría dasir cocho y tuve de anviart un meil a la Rayal Academia Aspañola para que me lo aclarasieran. Oh, y vigilando de no ponert una hache donde no corrasponde, porque hubiese hecho el ridículo más aspantoso.

MARQUÈS. Caramba, si que es complicado.

PEP. Cuando me antaré que cocho, en castallano antiguo, es cosido, le raspondí a mi rival: “Biscocho.” Aquí él ya se dio, porque llagábamos al final del ajarsisio y aún no había andavinado la solusión. De modo y manera que ramató con este verso: “Diga el nombre del conducho.” Pero el puñatero, con pardón, me clavó la última bandarilla hasiendo sarvirt una nueva palabra que tuve de buscart al dicsionario. Y al final yo que daclaro: “Un chucho.”

MARQUÈS. ¡Acabáramos!

PEP. Daspués le pusimos por título “Buen provecho” y la antragamos. En fin, que pasé muchas panalidades, pero valió la pena, porque el profasor nos puso un nueve y medio sobre dies, layó nuestro trabajo dalante de toda la clase y dijo que ascribíamos casi con tanta parfacsión como la Carmina Burana, que ya era la rapera.


MARQUÈS. ¿Quién es, una cantante de rap?

PEP. No, no. He dicho la rapera por no dasir la rapanocha en prasensia de ustet. El no va más, ¿me asplico?

MARQUÈS. Claro que sí. Bueno, hablando de otra cosa, yo te llamaba para notificarte que a la postre han aprobado mi solicitud.


PEP. Ah, ¿ve cómo mis buenos ofisios han sarvido de algo?

MARQUÈS. Cualquier día lo vamos a celebrar.

PEP. A ver si es vardat.

MARQUÈS. Sí, hombre, no pases cuidado. De momento te doy las gracias por tu gestión. Más adelante ya te recompensaré como mereces.

PEP. Astoy a la aspera, pues.

MARQUÈS. De acuerdo. Mientras tanto, aplícate a tus estudios.

PEP. Qué ramedio.

MARQUÈS. Hasta otra, querido José.

PEP. Adiós, sañor marqués.

4.4.08

Borsa de treball


Quan va veure el seu càrrec en perill,
l’il·lustríssim Josep del mas d’en Cisa,
per no rodar pel món del tot conill,
va anar a cercar aixopluc, sou i camisa.

Sent el més memorable capsigrany
dels capsigranys que són, seran i foren,
¿per què el van contractar? Ho canta el refrany:
“Hi ha ulls que de lleganyes s’enamoren.”