10.1.09

DIÀLEGS DE CORTESANS. Passat festes


MARQUÈS. ¿Qué te han traído los Reyes, José?

PEP. Un calidoscopio y un yoyó.

MARQUÈS. ¿Y a tu esposa?

PEP. Un tutú.

MARQUÈS. Vaya, han estado acertados.

PEP. Bueno, a mí ya me había caído un obsequio por Navidat.

MARQUÈS. ¿Ah, sí?

PEP. Sí, un daspartadort.

MARQUÈS. ¿No tenías ninguno?

PEP. Tanía uno, pero no hasía afecto.

MARQUÈS. ¿Cómo, que no hacía efecto?

PEP. Es que me cantaba el “Frere Chaques”, y, entre que yo a aquellas horas tengo la cabesa annuvolada y que me lo dasía en fransés, pues no me daba por aludido y saguía dormiendo.

MARQUÈS. Pero ¡a quién se le ocurre comprarse un despertador que toque esa musiquilla!

PEP. Si no me lo compré yo, que me lo había ragalado la Fransuás.

MARQUÈS. Da igual, pero no me parece buena idea.

PEP. ¿Qué quiere, que me cantara el “Quinto, lavanta”? Bueno, la custión es que por Navidat mi sañora me dio una sospresa. Ya tanía aparparada una sueca cubierta con una manta, y me da un garrote y me dise: “Venga, José, que harás cagart el tión.” ¿Y sabe lo que salió de allí dabajo?: un daspartador de aquello más sofisticado.

MARQUÈS. Caramba.

PEP. Es la misma varsión del que ya tanía, pero tradusida al aspañol para que lo pueda antander bien bien. A las ocho se dispara y me canta: “Fray Gaudensio, fray Gaudensio, ¿duerme ustet, duerme ustet? Tocan a matinas, tocan a matinas. Ding, dang, dong, ding, dang, dong.” Por si yo no hisiera caso, al cabo de un cuarto figura que daspierta a fray Austaquio con la misma cansión, y daspués a fray Lamberto y a fray Pandulfo. O sea que me da una hora de raspiro.

MARQUÈS. Pero...

PEP. Oh, aspere, aspere, que el invento no acaba aquí. Si por aquellas cosas yo me tumbo, al final grita: “¡Ves, que si no et lleves vaig a avisar el Santi, el Manolo i el Joan Xerrapeta perquè et treguin del llit!” Y antonsas sí que no me torbo, no.

MARQUÈS. ¿Y seguro que antes no le has dado un manotazo y lo has hecho callar?

PEP. ¿Un manotaso, dise? ¿Cómo quiere que lo haga, si el daspartadort astá a la cosina? Yo desde la cama siento el altavós que me amanasa.

MARQUÈS. De modo que para pararlo tienes que desplazarte a la cocina...

PEP. Asclaro. Y, una ves que ya astoy allí, pues lo aprovecho para almorsart.

MARQUÈS. Ingenioso, el artilugio.

PEP. Es que ahora que trabajo a la Diputasión no puedo haser bromas.

MARQUÈS. Así me gusta, que seas todo un hombrecito y con sentido de la responsabilidad.

PEP. Ya voy pograsando, ya. Al menos he ampasado el año con buen pie.

MARQUÈS. Adelante, pues, y hasta la próxima semana.

PEP. Hasta la próxima, sañor marqués.